Archivos del mes: 24 enero 2012

Primarias 12F, Municipio Guaicaipuro, Estado Miranda


El Municipio Guaicaipuro (Los Teques), tendra la oportunidad de elegir Candidato Presidencial, Candidato a Gobernador y Candidato a la Alcaldía.

La boleta de votación para Alcaldes solamente incluirá los nombres de los candidatos, sin la fotografía, conoce los nombres postulados utilizando sus portales web, en Facebook y twitter

Los precandidatos a las primarias de Alcalde son los siguientes:

Rommel Flores: Postulado independiente
Cuenta en twitter: https://twitter.com/r_floresp

José Hidalgo: postulado por Copei
Cuenta en twitter: https://twitter.com/#!/JoseHidalgo2012

Roberto Rojas: Candidato de MPJ (Mov. Primero Justicia)
Portal en Facebook: http://www.facebook.com/profile.php?id=1277375163
Cuenta en twitter: https://twitter.com/#!/_roberto2012

José Parra: por el Movimiento Republicano
Portal de Facebook (candado): http://es-la.facebook.com/people/Ancoiter-Jos%C3%A9-Parra/100002049767672
Cuenta en twitter: https://twitter.com/#!/alcalde_jose

Rómulo Herrera: candidato de Un Nuevo Tiempo (UNT)
Web: http://romuloalcalde.com/
Portal en Facebook: http://www.facebook.com/pages/R%C3%B3mulo-Herrera/145705122168297

Freddy Martínez: Postulado por VP (Voluntad Popular)
Portal en Facebook: http://es-es.facebook.com/pages/Freddy-Mart%C3%ADnez-en-Contacto-con-la-Gente-2011/184501604918621

A continuación encontrarán los resultados electorales del 26 de Septiembre de 2010, tomados de la página del CNE, último evento electoral con resultados oficiales.

http://www.cne.gob.ve/divulgacion_parlamentarias_2010/index.php?e=13&m=03&p=00&c=00&t=00&ca=00&v=02&cir=00

Del 23 de Enero de 1958 al 23 de Enero de 2012

Video de Ciudadanía Activa.

http://youtu.be/qJENoD40_nM

La frontera ideológica de la televisión


Por Alonso Moleiro, 22/01/2012

La caja diabólica que manipula conciencias, banaliza el horror, introyecta la estupidez, estimula el consumo y reconcilia a los pobres con su estado de postración.

Las reservas hacia la televisión no son exclusivas del universo de la izquierda ortodoxa. Todavía hoy, incluso en los círculos ilustrados conservadores, si un contertulio se encarga de dejar sentado, con toda la sutiliza del caso, que “no ve mucha televisión” queda adornado con el detalle.

Cualquiera puede perfumarse de buen gusto y clarividencia si logra establecer una correcta distancia de este epicentro que todavía hoy domina la voluntad emocional de los hogares. Es muy clara la brecha, el vacío anímico entre la televisión y la alta cultura.

Crecí bajo en un hogar que siempre le tuvo hondas reservas al mundo de la televisión, y probablemente por eso, al poco andar, me hice de niño un clandestino adicto a sus efectos.

Salvo el salvoconducto de los deportes y los noticieros, y en algunas ocasiones los dibujos animados, en la sala de mi casa campeaba una rígida normativa en la cual quedaban vedadas, por ser consideraban subproductos que aletargaban el juicio y fomentaban el cretinismo, las telenovelas, los policiales y los maratónicos sabatinos.

Esfuerzos inútiles: toda la veda establecida para cercenar los efectos de la televisión por parte de mis padres, impuesta entre la burla socarrona y la rigidez autoritaria, no pudieron impedir que a la larga me convirtiera en un compulsivo consumidor de medianías audiovisuales.

II
Dos corrientes de pensamiento concurrieron, a mi manera de ver, en la satanización de la televisión como vehículo de comunicación y entretenimiento. Cierta escuela marxista y freudiana de principios del siglo XX, que depositó excesivas esperanzas en las posibilidades de la razón del hombre, expresada luego en autores como Herbert Marcuse, y alguna literatura profética de ciencia ficción, de altísima calidad, mortificada por el destino del mundo del futuro y el triunfo final de los totalitarismos, expresada en autores como George Orwell y Aldous Huxley. La conclusión parece asentada, estática en el imaginario de todos: la televisión sólo produce autómatas idiotizados susceptibles de ser manipulados por el consumo.

Ambas están ubicadas en los años 30, cuando ya existía el cine y la televisión era apenas un proyecto, aunque su influencia se extendió durante varias décadas. Ambas, especialmente la segunda, pudieron comprobar cómo, en los albores del mundo audiovisual, en principio a través del cine, el nazifascismo identificó con rapidez el vínculo entre la comunicación de masas y su poder para uniformar criterios y propalar fobias.

El “miedo al futuro”, la conjura entre la tecnología y la maldad humana, la incertidumbre ante lo que no podemos ver, el advenimiento de una profecía en la cual se impongan fuerzas que el hombre no podrá gobernar. Ha sido uno de los pánicos e la especie, una de las obsesiones más recurrentes de la literatura del siglo XX. En Venezuela, Carlos Raúl Hernández ha desarrollado ensayos brillantes sobre el tema.

Las cargas que podemos inventariar contra la televisión no son, por cierto, patrimonio exclusivo de sus dominios. Se las podemos adjudicar perfectamente a cualquier instrumento de entretenimiento masivo. En sus cofines por supuesto que se conciben empaques lamentables, se hurga sobre pasiones humanas elementales, se exagera con la vulgaridad y la estupidez; se abusa sobre la noción del espectáculo ante dramas humanos específicos e intrascendentes. Es este un universo pagado de sí mismo; gobernado por el estereotipo, poblado de gerentes y ejecutivos, que, con sus excepciones, no son muy aptos para las reflexiones de calado hondo.

La verdad, sin embargo, es que la postura desdeñosa hacia todos los productos de la cultura de masas, comenzando por la televisión, han impedido a muchos intelectuales percibir sus sutilezas y sacarle provecho a sus múltiples beneficios. Como lo han demostrado con solvencia autores como Umberto Eco, en estos espacios sigue siendo amplísima la materia prima para revelar dramas humanos auténticos, para formularse preguntas de carácter totalizador, para recrear al hombre en torno a su incompletitud, sus dramas domésticos y sus angustias existenciales. Especialmente ahora, cuando la televisión por cable y el encuentro con Internet están alterando con claridad la relación del espectáculo con la audiencia.

III
Existe una cláusula irrenunciable cuando toca fijar posición ante fenómenos tan complejos y extensos: la palabra depende. Una renuencia declarada a comprar discursos precocidos con recetas curativas estructuradas. Las preocupaciones sobre el impacto de la televisión que subsisten en ciertos espacios del universo intelectual y la izquierda clásica están anclados en la realidad comunicacional del siglo XX. Un estado de la historia, en muy buena medida, ya completamente superado.

El uso soberano de la palabra “depende”, no sólo nos salva de los juicios convertidos en salmos, sino que nos permite cavar para discriminar en la mayor de las obviedades: como en todo entorno pensado para el consumo de cultura, en la televisión hay espacios que son espantosos, y hay otros que son excelentes. Como sucede con los libros, las canciones, los folletines, los comics y los suplementos. Como sucede con Internet.

En todas las reflexiones sobre los daños de la televisión observo mucho celo normativo; muchos límites, mucho miedo a las disposiciones del albedrío personal. Me recuerdan la airada protesta de Manuel Caballero a Fidel Castro cuando éste, en plena Perestroika soviética, prohibiera en La Habana la divulgación de la revista “Novedades” de Moscú: la apertura informativa promovida por Gorbachov traía demasiados elementos perturbadores y subversivos; demasiados aditamentos que le alteraban a las autoridades locales el lienzo forzado del “realismo socialista” levantado a partir de la censura. Caballero acusaba a Castro de prohibir a los cubanos información fundamental que, en cualquier caso, este sí se leía para poder tomar la aventajada decisión de proscribirla.

Porque cualquier juicio crítico sobre la calidad de la televisión en el mundo no se puede sustraer de los contenidos que se emitieron en las naciones de lo que fue la cortina de hierro; de lo que sucede en Cuba o lo que emite Venezolana de Televisión. Una realidad unidimensional, una interpretación monocorde del entorno, una aproximación condicionada, y en consecuencia, extremadamente torpe, al entretenimiento como criterio, y, lo que es peor, como derecho.

IV
Defensa del ambiente, reciclaje, comprensión de la fauna, tolerancia sexual, viajes, etnias, historia de la cultura, ciencia, estilos de vida. Todos son hoy, también, discursos vigentes de la televisión global. En la valoración sobre la influencia de la televisión, como casi todos los elementos del consumo de cultura, se ha menospreciado con evidente falta de puntería sobre el poder de veto del otro extremo de la ecuación comunicacional: el receptor. Ese que perfectamente puede apagar el aparato, si el contenido le ofende o no le interesa, como también puede cerrar el libro, si aquí ocurriese lo mismo.

Ha sido la televisión, al mismo tiempo, un aparato que fomenta como ningún otro la información y el conocimiento: los seres humanos de este tiempo histórico están más y mejor informados, más al corriente de lo que se hace a uno y otro extremo del orbe, más conscientes de su presencia sobre la tierra, más pendientes sobre la evolución de la fauna y la defensa del planeta que nunca antes en la historia en la humanidad. Neozelandeses y filipinos; noruegos y sudafricanos, griegos y hondureños. Conectados a cada uno de los extremos de sus confines gracias a la expansión comunicacional que ha apalancado la televisión como uno de los vectores fundamentales de la globalización.

La metamorfosis que ha experimentado la televisión con la llegada del cable, y su encuentro con Internet el formato youtube, ha creado un hábitat demasiado extenso, demasiado ramificado, demasiado sofisticado y personal. Es un estado de la historia que está consumado y ofrece realidades culturales irreversibles. No tiene sentido negarlas. Se trata de cabalgarlas.

V
Muchas veces asistí de niño, estimulado por mis padres, a actos culturales en las cuales se relataban historias en la cual se ridiculizaba al extremo el papel de la televisión como elemento distorsionador del buen juicio y la moral ciudadana. Con el paso de los años leí periódicos, hice míos postulados ajenos, y digerí completos ensayos que enfundaban sus cañones en contra de la televisión como padre de todos los problemas de este mundo. Parecía como si todos estuviéramos aguardando por la llegada del día en la cual ésta desapareciera de nuestras vidas: que un nuevo estado de cosas la sacara de las salas de nuestros hogares o que un comité de sabios se sentara a explicarnos dónde estaría la verdad y la belleza de las cosas.

Mientras lo hacía, sin apenas reparar en mi contradicción, no me perdía los enlatados infantiles mexicanos, los seriados de entretenimiento vespertinos y las toneladas métricas de spots publicitarios, jingles y estrambóticos culebrones que también forman parte referencial de mi vida. Ocupan el mismo espacio que las películas de cantinflas, las guarachas de Celia Cruz, las historias de Conny Méndez y las canciones procaces de la infancia y la adolescencia.

Inmunizado ya, hecho del virus un anticuerpo, un día decidí que sería yo el facultado a prohibirme, prescribirme o recomendarme programación televisiva. Soy un empedernido e irremediable televidente. Necesito que sus secuencias intrascendentes sean el telón de fondo de la sala de mi casa y ya no me da ninguna pena asumirlo. La uso incluso para que me acompañe sin volumen, mientras escribo o leo. La adultez no es sólo un asunto cronológico: es una decisión personal. Incluso para establecer el alcance y los limites de los vicios. La televisión, además de una industria, es un formato para consumir cultura, y un instrumento con cláusulas y vedas necesarias, que tiene normas de uso y condicionantes específicos. Algunas de las posturas extremas con sesgo ideológico que hoy subsisten en contra de la televisión me lucen muecas sin contenido, esbozadas por personas empeñadas en forzar credenciales culturales que no son propias. ¿Banaliza la televisión hasta extremos inadmisibles el espectáculo de dramas diminuto? Cierto. También lo hace la que se proclama socialista. Sin disimulos y para sus propios fines.

El que probablemente sea el invento cultural más importante del siglo XX es, cómo no, tremendamente poderoso: por eso se le sataniza y se le teme. Por eso el poder político moderno ha comprendido que la batalla más importante de este momento se libra en sus cuadrantes. Como nunca antes, la política en el mundo toma cuerpo cuando se apropia con solvencia de la comunicación como criterio. Pues bien: dentro de sus cuadrantes, es que el televidente quien debe decidir si ver a CNN o Telesur.

Liberado de monsergas, desplazándome en sus aguas con el remo del zapping, sigo pescando historias y referencias en torno a la televisión. Dentro de las cuadrículas que componen su terreno de juego hay unas reglas; hay un debate, unos dilemas y unas historias; una discusión subyacente en torno al devenir humano que yo no me quiero perder.

Publicado por:
http://analitica.com/va/politica/opinion/5405075.asp

Virus ejecutivo


Por Iván R. Méndez, 20/01/2012

¿Cómo sanar y recuperar a los poderes (legislativo, judicial, ciudadano, electoral) inmovilizados por el potente virus que encarna el Poder Ejecutivo autoritario que se carcome al país?

Desde sus inicios, esta enfermedad socavó, lentamente, la autonomía institucional de Venezuela. Cada Poder contagiado mostró síntomas tempranos, que fueron asumidos por la población como anécdotas que luego transformarían en voto castigo. Acción Democrática y COPEI sonreían ante esos deslices que, educadamente, se compensaban con una miope alternancia de las presidencias. Salivando a las afueras del poder, los integrantes de las agrupaciones de izquierda recogían las migas que podían al ocupar cargos ministeriales o escaños en el Congreso.

En el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, me comentaba un ex funcionario de ese gabinete, “las comisiones para otorgar proyectos no pasaban del siete por ciento (7%), mientras que ahora los chavistas empiezan en un cien por ciento (100%) y hasta más”. Otro vocero de esos días “democráticos” me contaba que en el Congreso Nacional, algunas veces, se “adaptaban” los artículos de las leyes en discusión si éstos afectaban ciertos intereses privados. Los jueces de sentencias pre-pagadas son de vieja data, así como los fiscales de tránsito que extienden la mano antes que su talonario de multas o los gestores que hoy ocupan hasta viceministerios.

Durante años contemplamos, con benevolencia, esos brotes aislados. Mínimos síntomas que, cómo saberlo, presagiaban la pandemia absoluta que hoy padecemos. Cómo imaginar que RECADI sería superado por CADIVI o que la impasible Corte Suprema de Justicia devendría en esa mafia que hoy llamamos, no sin menosprecio, Tribunal Supremo. En esos días, el poder, como asegura el psicólogo José Antono Marina, no era “algo que se divide entre los que lo ostentan y los que no lo tienen y lo sufren. El poder es y debe ser analizado como algo que circula y funciona —por así decir— en cadena. Nunca está localizado aquí o allí, nunca está en las manos de alguien. Nunca es una propiedad, como una riqueza o un bien”.

La enfermedad del poder galopa en este régimen “ y-que-bolivariano” anciano y debilitado, que remató con suma decadencia nuestro siglo veinte y lucha por trascender en el veintiuno. Pero no lo hará, pues al igual que Castro, Gómez y Pérez Jiménez , por sólo mencionar a tres de nuestros corruptos ancestros militares, Chávez ha convertido su mando en un poder monárquico, autorreferente, personal, dirigido a sí mismo, ensimismado que, como todo lo individual, se desvanece por enfermedad, por exilio o por muerte.

En el 2012 tenemos la oportunidad de superar este período de gobierno anárquico (algún politólogo explicará mejor ese oxímoron), que fue capaz, en trece años, de retrotraernos al último tercio del siglo XIX. En esos tiempos, los militarzuelos (algunos venerados como héroes con sus nombres en calles y hasta estados) que gobernaban promovían las luchas internas, conspiraban creando constituciones que les alargaran su estadía en el poder y se complacían asesinando a sus adversarios.

Pero, ¿cómo evitar que este cíclico virus reaparezca en medio siglo, cuando Pablo Pérez, Henrique Capriles, Leopoldo López o María Corina Machado sean un recuerdo amable en los pasillos de Miraflores? Una posible respuesta la consignó Karl R. Popper en 1945, al sugerir que se debe “reemplazar la pregunta ¿quién debería gobernar? Por ¿cómo podemos organizar las instituciones políticas, de tal manera que se impida a los gobernantes malos o incompetentes hacer demasiado daño?”.

Esa pista, legada por el pensador británico, podría ser trabajada en la Mesa de la Unidad para generar una propuesta de reingeniería política, avalada, aceptada y adoptada por los hoy pre-candidatos, pues ¿de qué le servirán al país estupendos planes económicos, pólizas contra la reelección o maravillosos proyectos educativos si dejamos abierta la puerta institucional a los caudillos que habitan en nuestros propios genes y que emergen cuando el ambiente les provee resentimiento, impotencia e indecencia?

@ivanxcaracas

ivanxcaracas@live.com

Tomado de:
http://www.opinionynoticias.com/opinionpolitica/10687-virus-ejecutivo

Sembró vientos…


Por Veneconomia.com, 12/01/2012

…hoy recoge tempestades. De allí el desborde de la delincuencia en el país, las altas tasas de homicidios y secuestros que azota a los venezolanos, y que ha hecho que la inseguridad sea en la actualidad un problema prioritario a resolver.

Sin embargo, todo indica que las soluciones no llegarán con la “revolución” que preconiza Hugo Chávez. Esta percepción parte de varios detonantes:

Por la indiferencia con la que el mandatario trata este flagelo, del cual trató de sacudir su responsabilidad personal como gobernante la semana pasada, así como por la incompetencia declarada del ministro del Interior y Justicia, Tareck El Aissami, quien reconoció que no han podido ”romper ese piso duro de 48 muertos por cada 100 mil habitantes…”.

Además, como es de esperar de quienes nunca admiten sus errores, la negativa del Gobierno en reconocer que esta situación desbordada de violencia y delincuencia en Venezuela, es de su propia creación y que ha sido moldeada con: El discurso agresivo de Hugo Chávez y todo su tren de seguidores.

La promoción de violencia a través de grupos violentos afectos al Gobierno, armados desde entes oficiales y revestidos de impunidad por las instituciones de justicia. Uno de ellos el colectivo La Piedrita, usado para cercar y agredir a medios de comunicación y otros organismos vinculados con la oposición.

El fomento de “territorios liberados por la revolución”, convertidos en zonas vedadas a la oposición donde hacen vida grupos de ataque inmediato patrocinados por alcaldías oficialistas. Cabe recordar la Esquina Caliente, en el centro de Caracas al lado de la Plaza Bolívar.

La violación al derecho de protesta mediante el cerco y la represión de las fuerzas de seguridad del Estado contra todo manifestante disidente de las políticas del Gobierno.

La desarticulación de las policías regionales y municipales, con el propósito de centralizarlas en una Policía Nacional, aún en ciernes, que ha dejado desguarnecido a todo el territorio nacional.

Total ambigüedad, por no decir complacencia, por parte del Gobierno frente a la infiltración del narcotráfico en Venezuela.

La carencia de políticas de seguridad bien estructuradashttp://www.blogger.com/img/blank.gif y de programas de educación ciudadana.
Y, sobre todo, la destrucción de toda institucionalidad policial y de justicia, que propicia la impunidad.

No es de sorprender que con esta anomia en materia de seguridad por parte del Gobierno y con cifras como las que revela Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) (18.850 homicidios cometidos en toda Venezuela, durante 2011, es decir, un asesinato cada 30 minutos, en promedio, tres veces mayor a las de 1998), los venezolanos vivan en estado de terror, con miedo a salir a las calles a cualquier hora, cualquier día, en cualquier lugar del país.

Tomado de:
http://www.veneconomy.com/site/files/articulos/artEsp7135_5540.htm

¿Qué dirían los psuvistas si lo de Tavsa ocurriese en otro gobierno?


Por Damian Pratt, 12/01/2012

Veamos primero las fechas: 1.- Marzo 2008: el gobierno estatiza Sidor. 2.- Febrero 2009: Sidor estatal decide no entregar a Tavsa ni una pieza mas de materia prima para fabricar los tubos petroleros. ¿Razón? Que Tavsa le adeudaba 10 millones de dólares. Tavsa respondió que Pdvsa les adeuda a ellos 50 millones de dólares. 3.- 21 Mayo 2009: Chávez ordena estatizar Tavsa. 4.- 26 Mayo 2009 El ministro Sanz visita Tavsa para designar junta interventora y anuncia que de inmediato se reanudará la producción aunque sorprendido porque él (que a la vez era Presidente de Sidor) no sabía que Tavsa estaba paralizada porque Sidor no entregaba materia prima. 5.- 10 de Octubre 2009: Chávez decreta que Tavsa quede adscrita a PDV Industrial.

Más nunca Tavsa reanudó su producción de tubos petroleros cuyo volumen usual era de 70 mil toneladas anuales. Son ya 34 meses paralizada. No son dos semanas. Y sin que exista ninguna razón técnica para que sea improductiva. Más nunca Pdvsa compró los tubos petroleros en la producción nacional. De hecho, dos veces, los trabajadores lograron, con sus protestas, poner a funcionar parcialmente algunas líneas de producción. Sacaron 8 mil toneladas de tubos. Ni el 10% de lo que debió producirse en ese período, pero era algo. Esos tubos están allí, arrumados en los patios de Tavsa, porque Pdvsa no los compra. El “negocio” con China parece ser demasiado fuerte.

¿Para qué estatizó Chávez a Tavsa? ¿Para poder paralizar la producción nacional y comprarle todos los tubos a China? Esa es la razón principal de la protesta de los trabajadores de Tavsa en el portón 3 de Sidor. Como han protestado varias veces durante estos casi tres años. Porque la gran mayoría no quiere vivir de limosnas sino ganarse su salario con esfuerzo. Y porque saben que estando arruinada y paralizada es más difícil reclamar por mejoras aunque la responsabilidad total sea del gobierno. Como en efecto, les adeudan de todo y les niegan el progreso.

Para colmo, siendo Tavsa una empresa siderúrgica, un capricho del “comandante” ordenó ponerla bajo mando de una fantasmal Pdv Industrial. Colocando al frente personas que nada saben de siderurgia, que no viven en Guayana sino que vienen “de visita” de vez en cuando.

Hagan un ejercicio mental. Imaginen al propio Chávez, a los diputados y ministros del Psuv, varios de los sindicalistas del Psuv… si lo que ocurre en Tavsa lo estuviera haciendo otro gobierno. Imaginen como calificarían a los gobernantes que ordenaran paralizar tres años una planta industrial como esa, para de inmediato comprar esa producción completa a una transnacional de un país extranjero. ¿Creen que usarían una expresión como… “traición a la patria”? ¿Hablarían de “neocolonialismo y gobiernos entreguistas de la soberanía nacional”? ¿Dirían que “una potencia extranjera nos impone que le compremos a ellos productos terminados a cien veces el valor de la materia prima (mineral de hierro) que les enviamos”? Esto es una vergüenza.

Hay que apoyar esta protesta de los trabajadores de Tavsa para ver si, estando en año electoral, obligamos a Chávez a suspender su medida anti nacional de tener paralizada a Tavsa. Si la protesta es fuerte y queda desnudo ante el pueblo, tendrá que tratar de tapar el caso. Y de todos modos, hay que afirmar que ¡el cambio va! el 7 de Octubre. Para tener una Guayana productiva, con justicia social, defensa de la soberanía nacional, con empleos buenos, estables.

TIP 1: Brasil. Ojo con esto. Techint acaba de comprar un alto porcentaje de la gran empresa ferrosiderúrgica brasileña Usiminas que ya antes había vendido otro gran lote de acciones a Japan Steel. Bajo los gobiernos de izquierda de Lula y Dilma, “de los 5 grandes grupos siderúrgicos brasileños, 3 ya tienen como socios controlantes a capitales extranjeros de socios de Mercosur”. Facilitar o no impedir la entrada de esos capitales extranjeros busca reducir o eliminar la importación de productos siderúrgicos con el objetivo de ampliar la capacidad de producción nacional mediante el ingreso de capitales extranjeros.

TIP 2: Público & Confidencial en la radio ya está en su nuevo horario de 10.30am a 12.30pm. Siempre por Actualidad 88.1FM. Hoy tuvimos información de los conflictos en Tavsa y Alcasa, comentarios de los temas de los (malos) servicios de la ciudad y como entrevistado a Noel Álvarez, líder del Voluntariado de “Independientes por el Progreso” apoyando a Henrique Capriles. Hoy estará Oswaldo Álvarez Paz del equipo “Victoria Total” que apoya a Pablo Pérez.

Publicado por:
http://www.codigovenezuela.com/2012/01/opinion/damian-prat/%C2%BFque-dirian-los-psuvistas-si-lo-de-tavsa-ocurriese-en-otro-gobierno-por-damian-prat-de-damianprat

Libertad de expresión y libre competencia


Ing Eduardo Paez Pumar, 16/01/2012
Boletín 73 AIPOP

A partir de pasado 28 de Noviembre, entró en operación el servicio de Televisión Directa al Hogar (TDH) de CANTV, ofrecido a través del Satélite Simón Bolívar. Este servicio satelital se ofrece en todo el país con una parrilla de programación de 42 canales de video y 7 canales de audio, por una módica cuota mensual de 82 Bolívares, a través de un sistema prepago.

El TDH de CANTV competirá con los servicios ofrecidos a través de satélites privados por DIRECTV y por MOVISTAR; y con las empresas que realizan el servicio por cable como Supercable e Intercable.

Los servicios que prestan las empresas que ofrecen la TV Satelital son diferentes y obviamente los precios también. DIRECTV es la empresa que controla el mercado nacional en este segmento con casi un 80%, ofreciendo diferentes paquetes que superan los 100 canales, incluyendo algunos de audio exclusivo. MOVISTAR también ofrece varias opciones tan económicas como las ofrecidas por la CANTV.

A pesar de ser un servicio satelital que abarca todo el territorio Nacional, no todas las empresas tienen la capacidad técnica para instalarlo, lo que le ha dado a DIRECTV grandes ventaja en lugares de difícil acceso. Pero el TDH de CANTV tiene la ventaja de que la huella del satélite Simón Bolívar permite estar en cualquier parte del país, incluso los lugares más apartados.

Entre los canales nacionales que incluye el plan único de CANTV se encuentran: Venezolana de Televisión (VTV), Televisora Venezolana Social (TVES), Vive TV, Asamblea Nacional (ANTV), Telesur, Colombeia, Venevisión, Televen, TVR y Meridiano TV. Entre las emisoras se escucharán las señales de Radio Nacional de Venezuela, YVKE Mundial, Tiuna FM y Radio del Sur.

Es importante que los venezolanos contemos con nuestra propia TV Satelital, pero el servicio no debe ser excluyente y dejar fuera a Globovisión, a RCTV Internacional y a emisoras de radio privadas. Así como CONATEL exige a las empresas privadas, la obligatoriedad de incluir los canales del estado (VTV, TVES, VALE, ANTV, Telesur, etc.), debería también exigir a CANTV la incorporación de Globovisión, de RCTV Internacional y de emisoras de radio privadas; más aún ahora que CANTV está próxima a ofrecer la TV por internet (TVIP).

Los ciudadanos que viven en barrios y zonas apartadas están limitados al servicio satelital, ya que el cable no llega a estos lugares y adquieren el servicio haciendo una evaluación por precio y cantidad de canales. Con el tiempo CANTV le quitará mercado a DIECTV y Globovisión perderá cobertura y competitividad, por lo que estas restricciones están en contra de la Libertad de Expresión en Venezuela.

Publicado por:
http://www.aipop.org/site/modules/mydownloads/singlefile.php?cid=19&lid=179

Historias de la Pobreza: José Domingo


Editorial Apertura Venezuela, 17/01/2012

35 años, nivel de instrucción 6° grado, no tiene antecedentes penales, ha convivido con tres mujeres, con la primera tuvo dos hijas y un varón, hace años se pelearon y separaron, la segunda paso como un aventura de un par de años y con la actual vive desde hace tres años.

José Domingo tiene trabajo estable en una empresa, devenga un salario de 1,800 Bs mas Bono de alimentación de 528 Bs y por horas extras y trabajo en fines de semana percibe 400 Bs mensuales adicionales, disfruta de los beneficios establecidos en La Ley del trabajo vigente, en total su ingreso promedio mensual es de 2,728 Bs, su mujer también trabaja y entre ambos llegan a la cifra mensual de 6,000 Bs mensuales en promedio.

Vivía en la zona de Gramoven, Catia hasta Noviembre de 2010, su casa se vino abajo en la vaguada y forma parte de los 30,000 damnificados de ese año, nunca quisieron vivir en un refugio, el ingreso de la pareja les permitió alquilar un espacio de dos habitaciones con baño por el que pagan 1,400 Bs en Petare arriba.

José Domingo ya llegó a su techo como empleado, por la falta de instrucción técnica. Como la mayoría de los trabajadores de este país, actúa como un autómata, recibe órdenes y ejecuta el trabajo manual que le asignan. Su nivel cognitivo no le permite la necesaria creatividad para superar retos y resolver problemas. Dependerá del ajuste salarial anual que imponga el gobierno de turno.

Nunca podrá salir del Barrio por sus propios medios, su ingreso familiar no lo permite, dependerá de la dadiva de algún gobierno y tal vez, solo tal vez, tendrá a futuro una casa digna en algún sector popular con servicios básicos.

La hija de José Domingo con 15 añitos, vive con su mama en Catia. Se empato con un chamo, igual que ella. Se preñaron………el lunes 16 de enero José Domingo se convertirá en abuelo y representará otra carga familiar que tendrá que afrontar. La historia se repitió pues así empezó él, con su primera mujer, ambos menores de edad, se embarazaron y se trazaron su destino.

A José Domingo y a su familia se los comió el barrio, ni la cuarta república y menos la quinta lo lograron sacar del barrio.

Tomado de:
http://aperturaven.blogspot.com/2012/01/historias-de-la-pobreza-jose-domingo.html

Solidaridad y subsidiaridad


Por Mons. Ovidio Perez Morales, 16/01/2012
Boletín 73 AIPOP

Hay dos principios básicos en lo referente a la construcción “de una “nueva sociedad, es decir, de una convivencia humana a la altura de la dignidad, derechos y deberes de hombre: solidaridad y subsidiaridad. Han sido asumidos, por tanto, como elementos fundamentales de la Doctrina Social de la Iglesia.

El Papa Juan Pablo II definió la solidaridad como “la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común”. Lo hizo en una importante encíclica social titulada Sollicitudo rei socialis (No. 20).

La solidaridad viene a ser “una consecuencia de la naturaleza social del ser humano, así como de la igualdad fundamental entre las personas”. Al afirmar esto, el Concilio Plenario de Venezuela expresó lo siguiente: “La práctica de la solidaridad y la búsqueda del bien común, al promover el respeto y la defensa de cada ser humano, serán un impulso para la participación de todos los venezolanos en la vida económica y en el ámbito político” (La contribución de la Iglesia a la gestación de una nueva sociedad, 105).

El principio de solidaridad, enraizado en la condición social de la persona humana, recibe ulterior iluminación desde el “mandamiento nuevo y máximo” de Jesús, el amor. Este debe ser entendido como hermoso y exigente dinamismo que se expresa en el relacionamiento humano en términos de respeto mutuo, justicia, fraternidad y sensibilidad hacia todo prójimo, pero especialmente hacia el más desvalido y vulnerable. Así para la edificación de una “nueva sociedad”, no basta, entonces, que ésta sea justa, sino que se teja también con solidaridad.

Con respecto al otro principio básico, el de la subsidiaridad, el citado documento del Concilio Plenario dice lo siguiente: “Este principio exige que las personas, las familias y las comunidades pequeñas o menores, conserven su capacidad de acción ordenándola al bien común, y que el Estado y las diversas ramas de éste, realicen sólo lo que aquellas no están en capacidad de ejecutar” (CIGNS 106).

La subsidiaridad se sitúa en las antípodas de una concepción estatizante de la sociedad y constituye una expresión concreta de la participación en la convivencia social. En la organización nacional el principio de la subsidiaridad plantea la necesidad de una efectiva descentralización, evitando así una concentración excesiva del poder, que bloquea, asfixia, la contribución real de los ciudadanos y de los cuerpos intermedios en que éstos se agrupan y permitiendo, en cambio, la construcción libre y corresponsable de una sociedad participativa, de una auténtica democracia genuinamente. Se logra así un protagonismo compartido.

Publicado por:
http://www.aipop.org/site/modules/mydownloads/singlefile.php?cid=19&lid=179

Soberanía alimentaria: otra mentira de Chávez


Por VenePirámides, 16/01/2012

La caída en la producción de rubros agrícolas básicos obligó al Gobierno a incrementar las compras externas para atender la demanda. El aumento de la dependencia de los alimentos importados es uno de los resultados negativos en materia económica que deja 2011.

El desempeño del año pasado le permitirá al presidente Hugo Chávez destacar mañana ¬cuando ofrezca el mensaje anual ante la Asamblea Nacional¬ que Venezuela salió de la recesión con un crecimiento de 4%, pero no despeja las dudas sobre el futuro de la economía.

«Ha sido el mejor de los últimos tres años, pero creo que las condiciones que impiden que Venezuela alcance su nivel potencial de crecimiento siguen presentes y que la economía continúa a la deriva de lo que suceda con los precios petroleros», dice Francisco Ibarra, director de Econométrica.

Uno de los indicadores que más preocupa a los especialistas es el alto nivel de endeudamiento. La deuda pública subió el año pasado hasta 163,7 millardos de dólares y pasó a representar 53,7% del producto interno bruto, a pesar de que la cesta venezolana de crudo y derivados promedió 101 dólares por barril.

El economista Orlando Ochoa afirma que el problema es que la reducción de los ingresos netos del Gobierno y de Pdvsa afecta la producción petrolera y los servicios que debe prestar el Estado. «Están hasta el cuello y por eso han buscado endeudarse con emisiones y con líneas de crédito de China».

Los resultados en materia de inflación, desempleo y pobreza tampoco son alentadores. El índice nacional de precios al consumidor aumentó 27,6% en 2011, según el Banco Central de Venezuela, para superar el del año previo (27,2%) y las expectativas gubernamentales (23% a 25%).

Ibarra indica que el principal componente de la inflación es monetario. «El BCV constantemente incrementa la oferta de bolívares y presiona una oferta que es bastante inelástica». Ochoa está de acuerdo. «Los traspasos al Fonden y los préstamos a Pdvsa inyectan mucha liquidez a la economía».

El director de Econométrica agrega que el Gobierno intenta frenar el efecto inflacionario de las inyecciones monetarias con importaciones (que garanticen la disponibilidad de bienes) y controles (que detengan los aumentos de precios), pero considera que la estrategia es insostenible.

El economista Richard Obuchi asegura que será imposible que la inflación disminuya mientras la producción nacional siga en retroceso. Añade que las políticas de expropiaciones e intervenciones ¬en 2011 aumentaron 75% y sumaron 497, según Conindustria¬ no ayudan a cambiar la tendencia.

El desempleo cerró en 6,5%, igual que en 2010, afirma el Instituto Nacional de Estadística. Sin embargo, 81.560 trabajadores salieron del mercado formal y 185.788 se incorporaron al informal. El número de empleados y obreros del sector privado, además, se redujo en 149.920 personas.

Ibarra considera que el empleo tardará en reactivarse porque la recuperación económica ha sido lenta. Apunta que el hecho de que el sector construcción, uno de los principales generadores de puestos de trabajo, siguiera en recesión hasta el segundo trimestre impide mejores resultados.

La pobreza medida por ingreso subió de 32,5% en 2010 a 33,2% en el primer semestre de 2011, de acuerdo con el INE. Eso significa que 240.748 personas se empobrecieron entre enero y junio del año pasado. La pobreza extrema también creció: 149.196 venezolanos pasaron a esta condición.

Ibarra señala que es lógico que la pobreza se incremente en un escenario de caída de la producción y alza del desempleo. Pero cree que es necesario esperar las cifras del segundo semestre de 2011 para ver si la tendencia se mantendrá o se revertirá.

Agricultura de puertos. El ministro de Agricultura y Tierras, Juan Carlos Loyo, reconoció la caída de la producción de rubros como caña de azúcar, maíz, palma aceitera y soya; pero negó que haya una agricultura de puertos y afirmó que las importaciones son para garantizar la seguridad alimentaria.

Los productores indican lo contrario y critican el aumento de las compras externas de rubros que antes eran abastecidos con producción nacional como el café. Se calcula que el Gobierno ha comprado 650.000 quintales a Brasil, El Salvador y Nicaragua en los últimos 3 años.

La cosecha de maíz blanco para el procesamiento de harina precocida descendió por la menor productividad y los bajos precios que desmotivaron la siembra. Por segundo año consecutivo el Ejecutivo tuvo que importar el cereal, que ha comprado a Estados Unidos, México y recientemente a Suráfrica.

En el caso de la caña de azúcar hay un déficit de 800.000 toneladas que se han tenido que adquirir fuera. Las compras externas rubro crecieron el año pasado 33,6% con respecto a las 600.000 toneladas que tuvo que importar el país entre 2009 y 2010.

En 2011 el Gobierno se convirtió, mediante importaciones, en el suplidor de la agroindustria privada de materia prima como arroz paddy, leche en polvo, parte de las grasas crudas para procesar aceite, maíz blanco y amarillo y azúcar cruda. También compra carne de res y pollo a otros países.

Anaqueles medio llenos. El abastecimiento fue otro de los temas que no resolvió el Gobierno de manera eficiente. El BCV reconoció que el índice de escasez subió de 13,3% en diciembre de 2010 a 15,2% en el mismo mes de 2011.

Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, señala que el error del Gobierno ha sido mantener por tanto tiempo el control de precios sin un esquema de revisión periódica.

Según la empresa, la escasez se triplicó el año pasado y cerró en 23%. «En este momento está en 19%, superior al 15% que había a principios de 2011, el problema sigue latente», alerta León.

Incluso en Mercal la ausencia de productos llegó a 50%. Y los consumidores tuvieron que pagar hasta 80% más en los buhoneros. Los rubros que más faltaron en 2011 fueron leche en polvo, café, azúcar, aceite, carne de res y harina al precio regulado, según reportó el diario El Nacional.

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