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Carta entregada hoy por Venezuela Libre al Embajador de España en Venezuela

Ciudadano
José Luis Rodríguez Zapatero
Presidente del Gobierno del Reino de España
Embajada de España en Venezuela
En sus manos.

Estimado señor Rodríguez Zapatero:

Las Organizaciones No Gubernamentales que suscribimos, afiliadas a la plataforma VENEZUELA LIBRE, Alianza por la Democracia, nos dirigimos muy respetuosamente a usted para expresarle algunas consideraciones con motivo de la visita que hará a su país el Presidente de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías.

Respetamos y entendemos el derecho de todos los Estados a mantener relaciones diplomáticas con otros Estados, al margen del tipo de Gobierno que éstos tengan y tomando en consideración los intereses económicos, políticos, culturales o de cualquier orden de cada país. Pero al mismo tiempo conocemos la importancia del respeto a las normas de convivencia democrática, en función de los convenios internacionales sobre principios fundamentales reconocidos desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

El gobernante que usted recibirá en su país fue electo democráticamente por nuestro pueblo en 1998, hace ya 10 años, pero está violando sistemática y gravemente los principios constitucionales que animan la esencia de nuestra convivencia ciudadana. Por mencionar algunos hechos, acaba de ejecutar hace pocas semanas el cierre simultáneo de 32 radioemisoras y 2 televisoras, está amenazando públicamente con cerrar próximamente otras 29 radioemisoras y el canal de noticias Globovisión, sin contar el cierre efectuado hace más de 2 años de Radio Caracas Televisión. ¿Haría usted o le dejarían hacer algo así en España, sea cuales fueren las circunstancias?

En la gira que dicho mandatario está realizando, ha incluido visitas a gobernantes que están violando claramente los derechos humanos, jactándose públicamente de ofrecerles su apoyo, irrespetando con ello las decisiones de organizaciones multilaterales. En otros, ha anunciado el incremento de la carrera armamentista que irresponsablemente impulsa en Latinoamérica, en vez de centrar sus esfuerzos en mitigar la pobreza que hunde cada vez más a nuestros países en el subdesarrollo. Para colmo, insulta sin miramientos a gobernantes de diversos países, mediante un lenguaje guerrerista, sin mostrar un mínimo de decencia diplomática. ¿Apoya usted o su Gobierno este tipo de conductas?

Señor Rodríguez Zapatero: el Estado español se ha caracterizado por ser respetuoso de la ley y defensor de la justicia. Pero ¿sabía usted que los gases lacrimógenos que España vende a Venezuela son utilizados indiscriminada e indebidamente por nuestro Gobierno contra pacíficas manifestaciones? ¿Y que la protesta se criminaliza, castigando con cárcel injustificada e ilegal a ciudadanos que pacíficamente manifiestan disenso? ¿Y que las hordas pagadas con dinero oficial arremeten y agreden impunemente a los opositores al régimen? El ciudadano español José Manuel Vilas, asesinado el 1º de marzo de 2004, es una evidencia de tales desmanes, como lo hemos denunciado reiteradamente ante la Embajada de su país en Caracas.

Actualmente en Venezuela -tal como ocurre en todos los regímenes autocráticos- se cambian las leyes a capricho del mandamás de turno, aprovechando una circunstancial mayoría parlamentaria sin mayor legitimidad, electa con menos del 15% del apoyo popular. Fue así como recientemente se aprobó la grabación de llamadas telefónicas, sin que medie intervención judicial alguna, mediante la modificación del Código Orgánico Procesal Penal; se estableció el castigo con prisión para quien divulgue por cualquier medio de información lo que discrecionalmente se considere causante de zozobra al Gobierno; se penaliza con prisión el desacato o críticas a funcionarios públicos y a quienes éstos acusen de exposición al odio público. ¿Ocurre esto también en España?

Todo esto pasa en Venezuela, señor Presidente, sin que tengamos los venezolanos ni remota posibilidad de recurrir a la justicia ordinaria, pues la gran mayoría de los jueces son provisionales, son amenazados públicamente en su estabilidad laboral por quien ejerce el Gobierno Nacional y son destituidos cuando se atreven a tomar una decisión autónoma que sea contraria a los intereses oficiales.

Los casos son públicos y notorios; de ello podría dar fe la representación diplomática de su país en el nuestro, así como la inmensa mayoría de la colonia española residente en Venezuela. Pregunte usted a ellos, señor Rodríguez Zapatero, por los numerosos casos de confiscación ilegal de tierras, propiedades y empresas.

En nombre de la mayoría democrática de los venezolanos, así como también de esa numerosa colonia española en Venezuela -y no solo de las grandes empresas españolas, que más tarde o más temprano han sufrido o sufrirán por las decisiones caprichosas, arbitrarias, ilegales, inconstitucionales y violatorias de los derechos establecidos en nuestra Constitución Nacional- pedimos a usted que analice estos planteamientos y sepa diferenciarse de la actitud autocrática e irrespetuosa de su próximo visitante.

Atentamente,

Las Organizaciones No Gubernamentales asociadas a VENEZUELA LIBRE

Denle más duro a esa bicha / Óscar Lucien


La frase no fue escuchada en la barra del algún prostíbulo de esos que Chávez confesó visitar en sus fogosos días de subteniente. “Denle más duro a esa bicha” tronó en los pasillos del Capitolio Federal el pasado 25 de julio a la llegada del Comandante-Presidente (sic). Por eso es compresible que cuando el teniente coronel Chávez sonó la diana en el podio de oradores de la Asamblea Nacional y ordenó una nueva ley habilitante para él solito intentar, una vez más, meternos de contrabando la rechazada reforma inconstitucional del 2007, los parlamentarios (y las parlamentarias) saltaron en sus curules y gritaron ¡yes!

¿Visto su ineficiente y borrego desempeño a quién puede extrañar que los diputados (y las diputadas) venezolanos estén dispuestos a desprenderse tan fácilmente de sus atribuciones y responsabilidades legislativas? ¿Quién puede sorprenderse del gusto del teniente coronel en la elaboración de leyes si, en razón de las sucesivas habilitaciones legislativas, durante un tercio de su mandato ha sido simultáneamente jefe del Ejecutivo y máximo legislador de la república? ¿Obligar a la Asamblea Nacional o abrogarse para si mismo el derecho de producir para el 15 de diciembre de este año las “leyes inexorables, revolucionarias”, que nos conducirán al Socialismo (sic), no es acaso el anuncio de la violación masiva a la Constitución?

¿Valdrá la pena recordar que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, apodada “La bicha” por el mismísimo teniente coronel Chávez, consagra un su preámbulo “el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna; promueva la cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos humanos, la democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad”?

¿Cómo es que ahora la Asamblea Nacional, o el teniente coronel habilitado, va a vomitar un nuevo paquete de leyes para adecuar la Constitución al modelo socialista? Un breve repaso por los contenidos principistas, socio-económicos, filosóficos y políticos del preámbulo de nuestra Carta Magna pone en evidencia la traición de esos parlamentarios (y parlamentarias) a la esencia del mandato del poder constituyente del pueblo venezolano. Asimismo se pone de bulto la vergonzosa mora en el esencial tejido legislativo para cumplir con los derechos y garantías contenida en la “mejor Constitución del planeta”. ¿Qué puede esperarse de una Asamblea Nacional que ha cedido tres años de sus obligaciones parlamentarios (sin dejar de percibir sus altos sueldos) para que el teniente coronel Chávez le cocine las leyes?

Se aprobó una nueva Constitución para establecer una sociedad democrática, en consecuencia, el socialismo que Chávez pretende imponernos, valiéndose de la conversión de nuestra Fuerza Armada Nacional en una guardia pretoriana, es contrario a la Constitución. Cuando se desconocen a las autoridades locales y regionales electas por mandato popular, cuando se le revierten sus atribuciones sobre puertos, aeropuertos, peajes, hospitales; cuando se nombra jefes de gobierno o autoridades únicas, militares o no, se viola la Constitución. Cuando se entrega nuestra soberanía a agentes cubanos para controlen los registros públicos, la seguridad, los hospitales y supervisen la educación, se viola la Constitución. Cuando se cede porciones de nuestro territorio mediante venta de petróleo a futuro a Brasil, China o Japón se viola la Constitución. Cuando se le ofrece a Rusia posibilidad de establecer bases militares en Venezuela se viola la Constitución. Cuando se regala nuestro petróleo y se le usa como chantaje para la imposición de la franquicia chavista “asamblea constituyente en manos” en países pobres de Centroamérica y en otras regiones del continente se corrompe la Constitución.

¿Qué significan entonces las leyes inexorables, revolucionarias que se nos anuncian para el 15 de diciembre? ¿Aceptaremos los venezolanos, dócilmente, que le den más duro a “la bicha”? Activémonos, Venezuela no es un prostíbulo ni un cuartel…!

Para Díaz Rangel: ¿Ignorancia o conveniencia? / Carlos Vecchio

No hay palabras para expresar la profunda contradicción que encierra su artículo dominical publicado en el diario “Últimas Noticias” (31/05/09) en relación a la Ley Electoral. Para ser cortés, hubiese sido más fácil para mí, atribuir dicha contradicción al posible desconocimiento que usted haya podido tener del proyecto de Ley Electoral (o Ley Trácala) y de la Constitución. Pero me fue muy difícil justificarlo, por lo motivos que a continuación expongo.

Concuerdo con usted que la Constitución consagra sólo la “representación proporcional” sin referirse a las minorías, pero en base al artículo 63, y no del 293 que usted indica. Este último le impone un mandato al CNE a garantizar lo que dispone el art. 63, el cual consagra la personalización del sufragio y la representación proporcional (sistema mixto). La exposición de motivos indica que el objetivo de la “representación proporcional”, es “…obtener órganos conformados de manera plural, en representación de las diferentes preferencias electorales del pueblo…”. En tal sentido usted indica, y lo comparto, que “Si fuerzas mayoritarias obtienen 50% y otra 40% de los votos, tendrán una proporción semejante de parlamentarios, diputados regionales o concejales”. Precisamente ese es el detallito de la Ley Trácala. Una fuerza política con una votación similar a la que usted indica (50%) podría llevarse hasta el 90% de los cargos, dejando al otro 40% casi sin representación. Lo que produce, contrario a lo que dice la Constitución, una “sobrerepresentación”. ¿Le parece justo? No le parece una burla a la Constitución?

Esta burla usted la reduce en su artículo diciendo: “El problema se plantea porque el proyecto de ley reduce a dos o tres diputados, legisladores o concejales elegibles por listas, según el número a ser electos sea menor de nueve o mayor de diez, donde se aplicaría ese método. ¿Por qué ese número tan bajo? Evidentemente, reduce las posibilidades de que sean electos más postulados en listas de los partidos minoritarios, limitadas al mínimo sus posibilidades de ser votados nominalmente porque, además, los diputados nominales electos de las mayorías no se restan a los de lista”. Si bien analiza las fallas, por ningún lado usted evalúa el efecto que hemos indicado arriba y que produce una distorsión mucho peor que las morochas. Por favor, lea bien, PEOR QUE LAS MOROCHAS. Le recuerdo que usted en el 2005 expresó su desacuerdo con las morochas indicando que: “Estamos frente a un sistema que no sólo es injusto, y que deforma la conformación política del electorado, sino que está reñido con el espíritu de la Constitución Bolivariana, que en sus artículos 63… Con este método es imposible que la nueva Asamblea Nacional sea una representación proporcional de las fuerzas político electorales.”(ver Últimas Noticias, 14/08/05) En aquel momento usted indicó que la ley no prohibía las morochas y que por lo tanto no había nada que hacer. ¿Y ahora? ¿Qué va a decir? ¿Está usted de acuerdo que se consagre algo peor que las morochas?

Decimos que es es peor que las morochas ya que el proyecto de ley eleva el porcentaje de cargos a escogerse nominalmente de 60% a 70% (en algunos estados llega a 80%). Cuando debería ser 50% nominal y 50% lista. Recordemos que mientras mayor sea el porcentaje nominal mayor será la distorsión. Se elimina la posibilidad de que nominales sean restados a los obtenidos por listas. ¿Es que acaso las morochas no impedían que, «los diputados nominales electos de las mayorías no se restan a los de lista”? ¿Eso no es parte de lo que establece esta nueva Ley, como usted mismo lo indica?

En otras palabras, el proyecto cambia nuestro sistema proporcional mixto por un sistema conocido como “voto paralelo” que en la teoría electoral ni siquiera es calificado de método proporcional sino semiproporcional. Además, el proyecto de ley abre la posibilidad de establecer circunscripciones o circuitos electorales, para elegir los cargos nominales, favorables al sector oficial al indicarse que es posible formar estas circunscripciones tomando en cuenta las comunas (art.16, numeral 2). Esa posibilidad es cierta para los cargos de concejales, pero pudiera existir el riesgo de su aplicación para la elección de diputados a la AN.

Este sistema que plantea la Ley Trácala va a generar la misma situación que generó el sistema para elegir los constituyentes en al AN, donde el oficialismo con el 60% de los votos obtuvo casi el 90% de los cargos. En aquel momento Aristóbulo Isturiz indicó que: La uninominalidad, tal como se está planteando sin la representación proporcional es profundamente antidemocrática … es una expresión política que responde al pensamiento neoliberal, a lo que se ha llamado el pensamiento único, donde la gran mayoría obtiene todo y los demás no están representados. El pueblo tiene que saber que teniendo con el 60% el 90 y pico por ciento de la Asamblea, no estamos de acuerdo con este sistema, y que nos favoreció una posición que enfrentamos y que nos las impusieron. Fuimos beneficiados circunstancialmente y, ahora que tenemos la mayoría, debemos corregir eso para beneficio de la democracia que queremos construir y para beneficio de la nueva República”.

Por último, usted parece burlarse de la inteligencia de los venezolanos cuando dice que: “Supongo que la Asamblea Nacional, como lo ha hecho con otras leyes, llevará este caso al ‘parlamentarismo de calle’”, cuando todos sabemos que esos parlamentarismos de calle (sic), cuando se dan –ya que las leyes se están aprobando de manera express sin consultas– se tratan de conversaciones entre panas, sin que nada tenga que ver con las consultas formales que indica nuestra Constitución y las reglas del juego democrático.

Después de todo este cuento, lo más absurdo de su artículo es el inicio cuando indica que; “Lo primero que debe decirse de la Ley de Procesos Electorales, aprobada en primera discusión, es que no es violatoria de la Constitución, como se ha venido repitiendo”. Seamos más serio, por favor. Dejemos de jugar a la conveniencia y construyamos un país pensando en el futuro y no en los deseos de la persona de turno en Miraflores.

Hora de actuar, el sábado 25 en la Plaza Brión*


EL PODER DE LOS MEÑIQUES, Acción contra la usurpación, será un acto público para rechazar el abuso de poder y la usurpación, y defender la democracia, no desde un sillón frente al televisor, sino todos juntos bajo el mismo cielo que nos une.

Te invita VENEZUELA LIBRE, este sábado 25 de abril de 2009, a las 10 de la mañana, en la Plaza Brión de Chacaíto.

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